
Las ferroviarias Oriental y Andina no solo transportan carga, sino que también ofrecen soluciones logísticas: ofrecen a sus clientes transporte, almacenaje, distribución o entrega, transferencia de trenes a camiones y barcazas o viceversa.
La primera empresa funciona en Santa Cruz y suministra principalmente soya, mientras que la segunda, ubicada en los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí, transporta minerales desde los yacimientos mineralógicos hasta los principales puertos chilenos.
La Oriental tiene la intención de transportar 2,4 millones de toneladas en el año pasado y espera alcanzar cuatro millones para el año 2025. Esta proyección se basa en los mercados de soya, úrea, cloruro de potasio y otros productos.
En 2018, la Andina transportó 1,1 millones de toneladas y tiene la intención de movilizar una cantidad similar en los años venideros para llegar al puerto de Arica (Chile) y a la población argentina de La Quiaca, en el norte del vecino país, así como al puerto de Matarani (Perú), pero no para Ilo debido a la falta de capacidad para mover grandes cantidades de productos.
En 2015, Carlos Gill Ramírez, un empresario de Paraguay y Venezuela, obtuvo la mitad de las acciones de la Empresa Ferroviaria Andina, un año después de haberlo hecho con la Empresa Ferroviaria Oriental. El gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada capitalizó o vendió esta empresa durante su primera administración, pero el actual gobierno del presidente Evo Morales no la nacionalizó, al igual que las empresas YPFB, Entel y Ende, entre otras.
Los directores generales de la Ferroviaria Oriental y la Ferroviaria Andina, Ricardo Fernández y Cinthya Aramayo, brindaron por primera vez una explicación conjunta sobre el progreso de ambas empresas ferroviarias, las cuales han comenzado a destacar en el transporte de carga en los últimos diez años.