
La empresa italiana Pirelli anunció que vendió su fábrica de neumáticos para automóviles en Venezuela, situada en la ciudad de Guacara, estado Carabobo, además de todos los activos que posee en el país.
La operación, que “sigue a la desconsolidación contable de la subsidiaria venezolana” ya ocurrida el 31 de diciembre de 2015, no tiene impacto financiero en el grupo, añadió la empresa europea en un comunicado publicado en su página web el pasado viernes 7 de septiembre.
El acuerdo establece la continuidad del empleo logrado con un consorcio de empresarios suramericanos y la empresa Sommers International, como comprador. Esta empresa es presidida por Carlos Gill Ramírez, un empresario paraguayo que recientemente adquirió Firestone de Venezuela.
Pirelli expresó en la nota su agradecimiento a los empleados y clientes por los 28 años que permaneció en Venezuela y deseó el “pleno éxito” a la nueva administración.
En el comunicado no especifican los motivos por los que la empresa italiana abandona el país.
Según El Confidencial, el empresario nacido en Paraguay, en julio de 1956, se traslado con su familia a los seis años a Venezuela, donde terminó siendo cónsul honorario de su país natal. Tras estudiar Odontología en la Universidad Central de Venezuela, el empresario participó en importantes reestructuraciones como las del Banco Unión, Mercedes-Benz Venezuela, Grupo Corimón, Banco Capital, Banco Canarias de Venezuela y Bancentro Banco Comercial.
Gill tiene negocios en España y actualmente es presidente del Grupo Corimón, corporación venezolana de pinturas, productos químicos y envases flexibles.
Además, hace cuatro años, Gill compró el paquete de control de Ferroviaria Oriental, sociedad que opera los ferrocarriles del este de Bolivia, y meses después hizo lo mismo con la red occidental del país al adquirir al chileno Luksic la Ferroviaria Andina. Entre sus operaciones más recientes destaca la compra de Bridgestone Firestone Venezuela.
Con información de EFE y El Confidencial.